I
II
III
Al sexto agujero ya se asoman ideas divergentes con la original; silenciamiento.
A medida que avanzan los círculos, el papel arroja una brecha, líneas cortadas que se enfrentan a la luz saliente. Avanza la tarde y los reflejos proyectan lunas, haces de luz sobre el blanco.
Ya no hay negro ni rojo, atrás quedan un muy sutil paisaje esbozado en el tren, los músicos del Central mutantes, el símbolo del desprendimiento del ego, y el bosquejo de un rosal que dibujé junto al abeto y el techo rectilíneo en la sobriedad del real colegio universitario y que se convirtió en noche.
Hay una cruz sobre los tejados, lunas menguantes y un último dibujo aún sin colorear que recuerda a la Anunciación de Fra Angelico.
Las últimas hojas, reproducciones de breves anotaciones de la primera ponencia; “el cero pone al uno en primer lugar”, “humildad”, “deshacimiento de todo lo creado”, “amor” y a mitad de cuaderno un tubo vacío. FIN
Presentación de «espera es silencio» en la fiesta de clausura del curso «Sobre el aprendizaje del silencio consciente».
Reportaje fotográfico de Mariano García Díez.