Esta crisis nos ha situado ante un miedo nuevo: el de exponernos a cruzar súbitamente la frontera que nos convierte en víctimas
Pedro Olalla Atenas , 26/03/2020
A finales de diciembre de 2019, este blog publicaba la entrada Across the lines. Le daba nombre a un cuaderno que dedicaba a las fronteras en cualquiera de sus límites y expresiones. Rondaba un mes de diciembre en torno a los discursos del odio. Tres meses después la línea atravesó la otra frontera en forma de pandemia y se instaló en el mundo desarrollado haciendo tambalear el bienestar de sus habitantes.
Las líneas de configuración del cuaderno se vieron afectadas; confinamiento, líneas rotas o ausentes fueron describiendo nuevos paisajes, tenues, en un tiempo distinto.
«Shut away» es uno de los dibujos que da título a esta entrada, entre unos pocos dibujos ralentizados, lo acompañan «Interdit», «Un Morandi confinado» para Coffee taza club, «Primavera» y «Poesía» . Son el resultado de dos semanas de confinamiento. Vendrán más.
https://elfundadoronline.com/nota/54753-miguel-rivas-madrid-es-una-ciudad-fantasma
Shut away : recluir, guardar bajo llave.
Me detuve esta mañana en este verbo intentando buscar título a las actividades de ampliación para mi alumnado durante la cuarentena. Llamó mi atención esa mezcla de verbo rotundo y adverbio contradictorio, un «verbo frasal» siempre es un misterio.
Jueves 26 de marzo de 2020, creía que era miércoles.
Hace trece días que salimos, como quien dice, “con lo puesto” de nuestros lugares de trabajo para encerrarnos en casa. Un virus nos impone un estado de alarma que nos deja a todos mudos ante lo que parece que nunca podía ocurrir en un mundo moderno.
Hoy es el primer día que el deseo de escribir, desde esa llamada a lo íntimo que surgía otras veces, llega. Es difícil explicar ese estado en el que el pensamiento llama a escribirse, durante estas casi dos semanas mi deseo de comunicación con los otros ha sido constante.
Aprovechando que el móvil se quedó sin bateria por primera vez y va a tardar en cargarse retomo la “Obra completa” de Ramón Gaya, abandonada:
1952
MÉXICO 19 de junio.
Salida de México.
PARÍS, 21 de junio.
Anteayer, atontamiento de la salida: los amigos, el equipaje… En N.Y., atardecer; un atardecer, diríase, tropical, pero sucio, turbio, aunque hermoso, muy triste, como dos tristezas, la suya propia de atardecer y la mía, que yo reconocía y distinguía muy bien, pero de la que se me escapaba el motivo.
Son las notas de “Diario de un pintor” entre 1952 y 1953, describen su salida de México y llegada a París, un pintor en el exilio.
Al leerlas parece que el presente evoca aquellos tiempos. Vives encerrado en un exilio donde la guerra es otra pero en el mismo desamparo y buscas en aquellos rincones privilegiados de tu casa lo que habías hecho muchas veces, cuando ahora todo es ajeno.
En este atardecer de calles solitarias, el canto de los pájaros nos acerca a la noche y también puedo sentir esas tristezas, la que me pertenece y la que es temporalmente suya, de la ciudad donde habito y en el lugar de mi exilio.
SHUT AWAY
INTERDIT
PRIMAVERA
POESÍA
UN MORANDI CONFINADO
Across the lines
https://pequenascosasyotrasimposturas.home.blog/2019/12/28/across-the-lines/